NO TOQUES ESA LUZ

espacio que es un inmenso mar, el silencio de los duendes, y esa cálida resonancia de las gotas que caen, parece un paraíso; un paraíso de centradas sensaciones, de pacificas ambiciones, y de rupturas mediáticas.

Un espacio tan libre y levitante, que susurra al compás de la atribulada melodía del silencio,

Mece mi sueño cartígalos sonoros, que aparecen del silencio, me tonifica y nutre,

En el fondo viene la vida apartándose y abriendo paso, circundante y juvenil, tan fresca como el aire.

De sorbito aparece esa luz, que como sonido de gotas resuenan, no toques la luz apacible libertad, vuela envuelta en seda, que tu pelo acaricia la suavidad de tu tan anhelada libertad.

Y despierta a la fuerza más resistente de los años, de la viveza que se comienza a crear,

Deléitate con un ritmo de sed.

Silencio armonioso y sabio, las aves presentan sus honores, comienza a despertar la vida, dedícale honores entre trinos y la brisa, de esta no muy escondida relajación,

Viento aire sol y luna,

Suave tan suave que mi piel no la siente,

Vida…esta es vida.